Hoy la observaba desde la cama... ya no es aquella mujer que me hace suspirar con solo ver sus suaves movimientos y sus piernas cruzadas ya no me invitan a ahondar en el más profundo deseo pasional.
Hoy la veía y sólo temía, me llené de inseguridad y dolor porque dejé que el miedo avasalle mi alma y se entierre en el abismo de mi corazón.
FIN
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